lunes, 11 de agosto de 2014

Entrevista a Jesús Buiza


Foto: Fernando Ueso
JESÚS BUIZA hasta hace muy poco estuvo sembrando historias por Paraguay. No ha regresado a España, sino que se fue directamente a Hungría, y ahora debe andar por algún pueblo de este no menos remoto país llevando allí historias de la tradición española. En los últimos días pudimos llevar a cabo esta entrevista, y de sus respuestas se extrae toda una metodología o todo un arte para contar cuentos y además contarlos bien.

Viajar es renunciar a estar en otro lugar, en tu caso, ¿a qué has renunciado al venir a Paraguay y qué esperas de este viaje?
¿Renunciar? Al calor sevillano, a la playa y a un verano de pereza y vacío, jejeje. Tampoco es mucho pues.No quise hacerme demasiadas expectativas, viajar sin pretensiones. Creo que lo cumplí, por ello todo lo que va surgiendo ha sido bienvenido. Con respecto a la experiencia cuentera igual, venía con el pensamiento de contar y contar y disfrutar de ello. El lugar, el orden, el día… es lo de menos.

A parte del cuento, ¿hay más motivos que te hayan traído a Paraguay?
Por supuesto, convivir con mis compañeros de gira, que está siendo un placer. Además de ello, saborear Latinoamérica, vivirla intensamente, conocer sus gentes y sus formas de vivir.

¿Qué diferencias principales has observado a la hora de contar al público español y al público paraguayo?

El público siempre es agradecido, allá o acá (por suerte). Quizá en Paraguay el público es más respetuoso a la palabra, se deja más sorprender, agarra con más ganas el momento del cuento y sus miradas son de puro disfrute.

Formas parte de la empresa de animación cultural Fabulando, cuenta un poco sobre este proyecto, ¿cuál es el campo principal de trabajo? ¿Qué objetivos tenéis?, etc.
Pues somos una pequeña empresita de cuentos y animación a la lectura. Nació con la necesidad de agruparnos varios compañeros tras la salida de una empresa anterior y similar. Nuestro objetivo principal es seguir compartiendo eso que tanto nos gusta: el cuento, siempre haciendo disfrutar al público y desde una visión educativa diferente. Trabajamos principalmente para bibliotecas andaluzas, colegios, asociaciones y cualquier otro espacio dispuesto a prestar oídos para escuchar y disfrutar. De cara al futuro, esperamos seguir creciendo en aprendizajes y experiencias, y por supuesto en clientes (que tenemos que comer).

¿Cómo es para ti el proceso ideal para rodar un cuento hasta su perfección y poder darlo al público?
Leer mucho, buscar mil versiones, investigar sobre las raíces del mismo, escribirlo, borrarlo, volverlo a escribir, contarlo en voz alta, y así repetidas veces. Hay otras veces en las que el cuento me llega de una manera tan especial que poca preparación basta, simplemente tener unas ganas intensas de compartirlo. Todo depende del público al que vayas a contarlo.

¿Participaste en un Encuentro de Narradores Orales Andaluces? ¿Cómo viviste esos días y cuáles fueron las novedades o las principales cosas aprendidas?

Por desgracia solo pude participar un día del encuentro. Aun así, para mí fue fructífero porque me dio la oportunidad de conocer a narradores y narradoras de mi comunidad y provincia que por cuestiones geográficas no conocía. Me pareció un evento bastante bien organizado, en el que los que estuvimos íbamos sin más pretensión que la de conocernos y hablar de lo que hacíamos, compartir experiencias y vivencias. Me quedo con eso, con el gusto de conocer y compartir con otros compañeros. Con esa actitud es con la que uno más aprende de los demás.
¿Qué aprendí? Que los ciudadanos de un lugar llamado «cuento» pueden tener puntos de vista comunes y estar en desacuerdo en otros. Aquí nadie manda, ni ningún criterio es válido. Pero no me pises que llevo chanclas.

¿Cómo es que te vas a Hungría en agosto? ¿Qué te espera o qué esperas en Sevilla a tu regreso?

Seguiré contando cuentos allá. Es un proyecto juvenil de la Unión Europea (porque sí, aún soy joven), que pretende acercar el cuento español a zonas rurales de Hungría. Todo un placer para mí participar en dicho proyecto.
Cuando llegue a Sevilla en septiembre me espera buscar nueva casa (en la actualidad no soy de aquí ni soy de allá, soy un mochilero por el mundo, y los cuentos mi única casa), reencontrarme con la familia y amigos. Comenzar el curso de trabajo en Fabulando con mucha fuerza. Y si tu pregunta va por si hay alguien especial esperándome en Sevilla… no sé, aún está por ver.



¿El que cuenta piensa o el que piensa cuenta?

Mejor no pensar demasiado cuando se cuenta. Y lo que se cuenta no se piensa.
(Ahí lo llevas cronista).


¿Qué libro o libros te acompañan en este viaje a Paraguay?
Los cuentos de Ahigal, los Cuentos al amor de la lumbre de Antonio Rodríguez Almodóvar y varios álbumes ilustrados.

¿Un cuento lleva a otro cuento?
Todo pertenece a un mismo cuento. El universo es un cuento, y todo una cadena, un engranaje. En resumen, que sí.


¿A qué cuentero no te cansarías nunca de escuchar?
Me cansaría de cualquiera, todos los cuenteros somos muy jartibles (del verbo hartar).

Tres cosas que no te gustan en un cuento
1) Que esté demasiado infantilizado.
2) Excesivas bromas o guiños cómicos que sacan al público de la verdadera historia.
3) Que se adopten tonos o acentos que no corresponden con la persona que cuenta y su forma de hablar diaria.

Tres cosas que no debería nunca faltar en un cuento

1) Una buena construcción gramatical y lingüística.
2) Emoción, intriga, que den ganas de saber qué va a pasar.
3) Que genere imágenes claras en la mente del lector u oyente.

¿Cuál es tu cuento preferido?
Soy un clásico: «Caperucita Roja». Y si tuviera que decir alguno más diría «El enano saltarín» y «Las asaduras del muerto»

¿En España cuál es el problema fundamental de la profesión?
Que existen unos egos muuuy grandes y unas envidias muy verdes.

¿En qué lugar que aún no hayas estado te gustaría contar un cuento?
En la plaza Jeemaa El Fna de Marrakech (entre otros)

¿El cuento o la vida?

La cartera o la degollo? —Gollo dale la cartera!
Una vida de cuento, of course.

¿Contar solo o acompañado?

Solo, pero me encanta compartir cuentos y funciones con mis compañeros, en especial con mi Anabel de mis entretelas.

¿Hay más cuento del que no vemos?
Yo tengo mucho cuento, pero cuento poco. (No hablo de mi vida privada)

Un libro de teoría sobre la narración oral que no dejarías de recomendar
Simplemente recomendaría el primero que leí, muchos otros he leído después, pero me quedo con la sensación que me dejó el primero, por ello lo comparto: El arte de contar cuentos de Sara C. Brian.

Tres aplicaciones del cuento para la vida moderna
Yo soy más de aplicaciones para el teléfono móvil (jejeje), aún así…
1) Toda vida tiene un proceso, un camino, no tengas prisa.
2) Nunca rechaces los objetos mágicos que la vida te pone por delante: aprovecha las oportunidades.
3) Que no te cuenten cuentos a ti.

¿Contando se entiende la gente?

El cuento genera un lenguaje especial, casi ancestral y un poco místico, que une a las personas y las hace entenderse.